La ley del péndulo explica cómo la vida humana oscila constantemente entre extremos opuestos: alegría y tristeza, éxito y fracaso, placer y dolor. Comprender esta ley permite descubrir que la verdadera paz no se encuentra en ninguno de los polos, sino en el equilibrio consciente que surge al ubicarnos en el punto de quietud, más allá de las oscilaciones mecánicas de la existencia.